Como ya han mencionado varias veces públicamente Ricardo Peláez en un principio y Santiago Baños en la actualidad, el Club América ha hecho un giro importante en cuanto a su política de fichajes en el mercado de pases en este último lustro: de los Bombazos históricos a las apuestas por los jugadores jóvenes con valor de reventa. Pero... ¿Por qué lo hizo?







El primer aspecto a tener en cuenta es el financiero: la institución decidió allá por el 2016 cuidar más que nunca las arcas , la economía y el futuro, algo que según la directiva y los propietarios no era tan así cuando ellos llegaron, con salarios altísimos para algunos jugadores y compromisos imposibles de pagar.







El segundo ítem que influye para el Club América en este sentido es el de las apuestas por todo el continente: prefiere contratar futbolistas jóvenes "desconocidos" con cierto valor de reventa a explotar antes que elementos "consagrados" que cobran demasiado y ya están en las etapas avanzadas de sus carreras.



Aunque en algunos casos haya salido mal (el costarricense Gerson Torres y el paraguayo Christian Paredes no tuvieron demasiado lugar, por ejemplo), también es verdad que en la gran mayoría de las oportunidades el resultado fue positivo: Federico Viñas, Sebastián Cáceres, Richard Sánchez, Nicolás Benedetti y Leonardo Suárez entre ellas.



Por último, la tercera alternativa es que observaron que aquellos deportistas de renombre ya no hacen tanto la diferencia dentro de la cancha como antes: si bien Claudio "Piojo" López, Salvador Cabañas y Christian "Chucho" Benítez brillaron hasta ser Campeones y figuras; por estos tiempos no ha ocurrido lo mismo con Darwin Quintero, Silvio Romero y Cecilio Domínguez, por citar sólo a algunos.



La austeridad en el Ame llegó para quedarse al menos por ahora, azulcremas...





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