El duelo se caracterizó por ser intenso y ríspido con el ingrediente adicional de Santander y polémicas decisiones.



Sin embargo –y a pesar del árbitro–, América dejó ir la victoria en aquel contragolpe fallido que pintaba para el 2-0. Gol fallado se convirtió en gol en contra. Así es el fútbol.



También quedó claro que Gustavo Bou debería ser el próximo centro delantero de las Águilas. No estuvo fino de cara al gol pero es un jugador autosuficiente para generar sus propias jugadas. Ni Edson ni Pablito pudieron contenerle y de no ser por Marchesín, quizá ni un punto hubiésemos traído de Tijuana.



Esta ocasión no se desplegó un fútbol medianamente vistoso en parte porque el rival cuenta. Xolos repuntó en el último mes y no fue tarea fácil contener a Bou e Iturbe que con velocidad y gambeta causaron estragos en la defensa azulcrema.



También quedó de manifiesto que cuando Darwin –que ha sido el motor del semestre– no está fino, el aparado ofensivo se resentirá. El punto positivo es que Cecilio se vio algo más participativo e incluso se apuntó la asistencia en el gol de Peralta.



Resta seguir trabajando para conseguir mejor posesión en medio campo. El equipo ha lucido bien cuando enfrenta a rivales inferiores pero ante equipos “más completos” todavía cuesta imponer condiciones.



PRIMER TIEMPO



Fue al 15’ cuando Marchesín empezó a ser factor. El argentino debió manotear un balón enviado por Edson Álvarez contra su portería intentando que Iturbe no escapara frente al arco.



Al 19’ se encendieron las alarmas. Edson cayó al césped y pidió su cambio. Carlos Vargas tomó su lugar al 21’.



Cecilio destrabó el partido sobre el 25’ cuando escapó por izquierda, entró al área y sirvió medio gol a Oribe quien estando unos centímetros adelantado, empujó el balón a la red. El asistente y el árbitro dieron por válida la anotación.



Quizá quedó la duda a Santander que un minuto más tarde, inventó un penal tras señalar el tropiezo de Iturbe como infracción de Vargas. Bou se puso tras la esférica para ejecutar desde los once pasos.



Para buena fortuna azulcrema, Marchesín aguantó y contuvo el débil remate del goleador de Xolos para mantener la ventaja en el marcador.



El cronómetro siguió su marcha en medio de un partido intenso, cortado y con más enjundia que buen tránsito de balón hasta que llegó el momento de descansar.



SEGUNDO TIEMPO



Marchesín pasó de ser factor a héroe al 52’. Los reflejos del arquero se impusieron en aquella jugada de doble remate de Bou cuando el empate parecía inminente.



Y como ya se extrañaba no tener algún expulsado, Samudio nos recordó como es jugar con diez tras recibir la segunda amarilla al 57’.



Salió Oribe y entró –el hasta ahora mito– Mateus al 60’ con la intención de reforzar el medio e impedir que Xolos llegara con facilidad al área americanista.



Para mala fortuna azulcrema, Darwin nos recordó su vieja versión al desperdiciar el contragolpe que pintaba para aumentar la ventaja tras tomar mal ubicada a la defensa local. El precio del error se pagó unos minutos más tarde.



Miller Bolaños –que llevaba un par de minutos en la cancha– aprovechó el balón que Bou dejó pasar para plantarse frente a Marchesín y batirle con toque a un costado al 67’.



Al 76’ entró Alejandro Díaz para dar descanso a Cecilio en un cambio que solo el Piojo entendió. Es evidente que jugando con uno menos, sirve más quien puede arrastrar el balón y terminar una jugada que quien depende de otros para rematar.



El árbitro añadió cinco minutos de los cuales solo se vieron tres gracias a que Azteca Deportes decidió cortar la señal para transmitir El Grito.


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